SENTIR LA ENERGÍA

Schneeweiss & Rosenrot




Cae el sol y tras las últimas notas surgidas de un piano cochambroso en el eco del recuerdo, inicio la escucha de una música que descubre nuevos rincones en mi vespertina actividad. Schneeweiss & Rosenrot han creado Pretty Frank (Yellowbird Records, 2011) un sincopado mosaico de tonos evocadores y palabras llenas de un lirismo nacido de voraces arrebatos musicales. En cada una de sus puertas, los ritmos son frenéticamente estimulantes, caminando del impulso a la calma melódica con inusitada veracidad. La vida es como ellos, un síncope siempre al borde del abismo.

Se trata de una banda internacional cuyos miembros llegan desde Alemania, Suecia, Luxemburgo y Suiza. Jóvenes músicos arropados por su gran conocimiento del jazz llevándolo a nuevas tierras sonoras como la música de vanguardia y el pop. Ampliamente experimentados sobre el escenario, sus múltiples facetas se combinan sorprendentemente en sus composiciones de texto y música. La evolución de las mismas va más allá de la típica estructura de la canción popular rozando el vodevil. Su aire teatral puede captarse en la portada del disco, dejando claro que la creación nunca es definitiva y que su interpretación en vivo es siempre un nuevo renacer. La improvisación capta el latir del instante.



Lucia Cadotsch juega con su apasionada voz convirtiendo cada palabra en un punto de partida hacia algo nuevo y seduciendo al público de inmediato. Johanna Borchert tiene en sus manos la belleza surgida en rama desde el corazón, improvisando notas como si de una lluvia en danza eterna con el viento se tratara. De su piano, surge su retrato mismo, apasionado resuelto en rojo vital. Petter Eldh es la pulsación misma. Su contrabajo nos envuelve de nervio creativo mientras Marc Lohr crea los ritmos virtuosos a la batería.

Temas como Pretty Frank, la juguetona Ping Pong Love, la más meláncolica Daddy Longleg, la inquietante Newman’s Housecat, la turbia Coast Starlight Express o la fascinante Splendit 33, convierten a Schneeweiss & Rosenrot en un espacio único, novedoso, una ventana a la que asomarse sabiendo que nada será nunca igual.




Texto de Juan Carlos Romero
Fotos cortesía de Schneeweiss & Rosenrot