DESDE LA ENTRAÑA

Mara Mattuschka



No hay futuro, no para ti ni para mí ni para vosotros ni para ellos aunque estemos todos juntos y al vuelo nos resuenen las ideas como si pasaran por aquí o allí o por todas partes. Los terrones de azúcar hace ya mucho tiempo que dejaron de serlo, los sueños están rotos y arreglarlos sería demasiado caro, pensad sólo en la factura por la mano de obra. Como en todo, al final, lo mejor es comprar uno nuevo, excepto el mío, que salió muy bueno. Mi sueño, y mi mono, crecieron en fotogramas contestatarios, impregnados de hálitos de Anger, Deren y Duchamp, y con huellas de Mara Mattuschka haciendo el amor con un Walt Disney incrédulo y pasmado. El mundo cambia, sobre todo después de tender tus recuerdos al sol de películas como Legal Errorist, todo un tiempo pluscuamperfecto y excéntrico, como la vida, si se vive.

Nacida en Sofia, Bulgaria, en 1959, es calificada de cineasta punk. Desde hace años reside en Viena desarrollando una fructífera carrera artística en el cine, la pintura y el teatro, todo ello mediante estudios en etnología, artes aplicadas al cine de animación y lingüística. Compagina su creatividad con la enseñanza siendo además miembro del Austria Filmmakers Coop and committee member of ASIFA Austria.

Obras como Parasymphatica (1985), S.O.S. Extraterrestria (1993), ID (2003) o las realizadas junto al coreógrafo Chris Haring Legal Errorist (2005) y Burning Palace  (2009), son muestra de su actitud iconoclasta. En las primeras, Mattuschka protagoniza sus propias filmaciones interpretando el personaje Mimi Minus con el que explora la locura, el cuerpo y la identidad. En S.O.S. Extraterrestria  una criatura enorme trae la destrucción, mientras en ID la propia identidad queda en cuestión transformándonos en monstruos adaptados a las normas sociales. Un Fausto en carne viva. Las películas junto al enorme talento de Chris Haring representan un tratado del movimiento desde una visión muy personal.

La más reciente Burning Palace empieza con la frase “You only have a split second of a pose to multiply your transgression.” Un juego erótico entre cinco personajes en el Burning Palace Hotel se muestra como una obra transgresora en la que los gemidos, los cuerpos y los deseos ocultos acaban por crear una atmósfera grotesca. Las entrañas al aire.





Texto de Juan Carlos Romero
Fotos cortesía de Transmediale Festival