Desgranando la realidad
fotografe: Peggy Schillemans |
Belga, elegante, nos cautiva
con su cálida voz mientras advierte que no conoce sus límites. Mira Bertels,
nacida en Amberes, ya cuenta con dos
álbumes que han abierto un más que interesante hueco para la difícil escena de
la música cantada en neerlandés. Su primer disco, “In de daluren” (Evil Penguin
Records, 2006), desborda frescura melódica y buen toque jazzístico. Tanto es
así, que decidí quedarme con ella y sé que será para siempre. Con sólo dos años
de carrera, ha dado un gran salto con su segundo y magnífico álbum “Stukken van
mensen” (Kathoorn Plaatjes, 2008), donde nos fragmenta la realidad desde su
humor sutil y un cada vez más maduro punto de vista. Ahora presenta su nuevo single
“Het liefst” dejándonos a las puertas de nuevas delicias vestidas de rojo.
En su inicial “In de
daluren”, transitó dulcemente por horas calmas marcándonos la senda hacia una
música de la que, como ella canta al hablar del amor a un desconocido, “no
conocemos su nombre ni de dónde viene pero cuyas palabras son velas encendidas
en nuestra vida gris”. Admitiendo en su primer single, “In de fleur”, estar en
la flor de la vida, pintaba con su voz un fiel retrato de la ingenuidad que va
quedando atrás a golpe de experiencias. Su piano dominaba ya entonces unas
composiciones que nos penetran sin aspavientos, como caricias que se hacen aún
más presentes cuando nos faltan. Pero la ternura y la ingenuidad no están
exentas de lados oscuros y ella los trazó con dureza en temas como “Het doel”,
donde clama por la humildad frente a las obsesiones arribistas y los escalafones
que tanto nos publicitan. Ella rasga desde la ilusión lo ridículamente
establecido sin sentirse incómoda con su natural inocencia. “Tengo miedo, tengo miedo” cantaba desde su soledad
al piano y se despedía hasta la próxima grabándonos sus dotes de seducción en
“De groeten”.
Nuevos ritmos y la
experiencia en escena van cobrando peso tanto en sus composiciones como en los
conciertos con que defiende ahora su espléndido “Stukken van mensen”. Sin casi
darnos cuenta, ya nos atrapa con el riff de piano con que arranca el disco.
Canta “Grenzen”, suenan palmas y nuestros pies ya no pueden dejar de seguir el
ritmo mientras Mira se alegra de no conocerse aún. Todo un alegato a la vida
que nunca viene mal, ¿verdad?. Su pop artesanal por un momento parece estar
cantado sólo para ti pero viene de una alegría profunda y personal. Con tal
declaración de principios, en seguida nos lleva por terrenos mucho más claroscuros
en “Gatplakker”, aplaudiendo la inconsciencia de quien persigue sus sueños. Se
desliza sigilosa por el doble filo de una sensualidad felina de poso aún naif
en “In zes stappen”, seis pasos recorridos a guitarra. Los maravillosos ecos en
“Kant en klaar gerecht” nos la muestran inquietante y doliente pero vuelve a la
frescura con “Loslopend wild” y “Checken checken checken”, todo un guiño a
ritmos modernos y pegadizos. Mira seduce, crece, engancha y duele por igual. Su plato está servido pero
queremos más.
Texto de Juan Carlos Romero
Mira www.mira-online.be
Foto de Peggy Schillemans
Foto y vídeo cortesía de Mira Bertels
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