EL ÁNGEL CAÍDO 

Céline Renoux




Écrirecomme une terre à modeler, à réinventer, en perpétuel mouvement...le goût de la vie dans toutes ses couleurs, ses variations infinies, son parfum d'aventure. Céline Renoux maravilla hasta en su actitud ante la vida. Es la creadora del intenso blog Lafilledesastres donde publica unos textos que se mueven apasionadamente por el camino vital. La noche nos abraza en sus versos llena de deseo, sintiendo cada latido como único, como impulso a seguir a pesar de las heridas. El cielo no debe esperar.

Si seguimos su Ligne d’horizon (2010) llegamos a la incertidumbre de la que tanto huimos. Las personas nos sentimos cómodas en la sociedad por no ser más que un acuerdo de mínimos que la mayoría puede cumplir. Pero Céline nos recuerda que la existencia es incierta y apasionante. La visión de la luz es apenas un esbozo de la realidad y nuestro cuerpo quiere vivir al máximo sus sentidos lejos de convenciones. El temblor de sus labios es entonces un horizonte vertiginoso y muy seductor.

El paseo por Nu le jardin, bleue la nuit (2010) está lleno de impaciencia por el renacer tras el dolor. El cuerpo desnudo busca en la raíz de la tierra la respuesta a toda incomprensión. El hielo de la soledad impuesta desvanece todo estímulo y estamos expuestos a la mirada del otro que una vez deseamos y ahora se torna cárcel desesperada de la que no somos capaces de querer escapar. El ansia por sentirnos deseados en difícil equilibrio con la verdadera pasión.


Hace unos años, su La naissance du rêve (2008) nos invitaba al descubrimiento desde el inconsciente. Dejarse llevar como dos seres que se descubren poco a poco el uno al otro y a sí mismos. Cada puerta nueva puede llevarnos al más alto placer pero también al dolor más intenso, quizás más placentero. La vida encarada a la muerte tiene una belleza posiblemente aún más arrebatadora. Cautivador el falso equilibrio de miedos titubeando en la cuerda del deseo. Se vuelve ridículo porque lo es, siempre lo ha sido. Y nuestro rostro reflejado en lo que puede ser y no es, es nuestro merecido. Pero también la mediocridad esconde tesoros para Céline. La mano extrañamente impúdica que acaricia lo desconocido es una alta existencia, como sus poemas.


Texto de Juan Carlos Romero
Fotografías de Céline Renoux