INSTANTES IRRECUPERABLES

Beach House





Una casa en la playa de la que nacen paisajes sonoros tan oníricos e intensos como los plasmados por el dúo Beach House no debería pasar desapercibida por mucho tiempo. En su homónimo debut, el dúo formado por Victoria Legrand, sobrina del compositor francés Michel Legrand, y Alex Scally, se declaraba Master of none aún mostrando una cálida exquisitez. En su segundo trabajo, Devotion, nos llevaban por tonos intimistas de una intensidad sobrecogedora advirtiéndonos de la necesidad de huir de las campanas de boda que suenan al ritmo de lo convencional. Ahora, su Teen dream suena algo más esperanzado, con algo más de luz desde los pequeños rincones donde se recogen para mimar su inspiración. La sugerente voz de Victoria y unas instrumentaciones sutiles aunando guitarras, percusiones y teclados que acompañan sus letras con la delicadeza que su fragilidad reclama, son un pasaje de difícil resistencia.

¿Qué representa para vosotros una casa en la playa?

V: Ser ricos y estar morenos.

A: Un lugar donde desaparecer.

Y ahora mismo, ¿en qué estación se encuentra vuestra Beach House?

V: En invierno.

A: Un invierno mezclado en buena medida con un paraíso extraño.

¿Buscáis siempre lugares aislados para crear las oníricas atmósferas que podemos escuchar en vuestras canciones?

V: Nos gusta escribir en nuestro propio mundo, sí. Es importante no distraerse para que las ideas florezcan.

A: A los dos nos gusta la comunidad y los amigos, pero resulta difícil escribir sin un lugar donde concentrarse.

La voz de Victoria y unas guitarras sutiles son el núcleo musical de vuestras canciones pero acompañados habitualmente por teclados. ¿Intentáis explorar nuevos sonidos para progresar?

V: Nos enamoramos de los sonidos que surgen de los teclados continuamente.  Siempre los hemos usado en nuestra música, desde el principio. Son parte integral de Beach House.

A: Queremos estar siempre en una exploración constante. Espero que nunca paremos de explorar, es una parte importante de nuestras vidas.




He leído en alguna publicación que Victoria formó parte de una banda de versiones de Led Zeppelin. Menudo contraste entre la banda británica de hard rock y vuestro sonido intimista. ¿Veis posible un sonido más duro en vuestros futuros discos?

V: Fue en el instituto, hace mucho tiempo. Quizá algún día me pareceré a Robert Plant.

A: Victoria es Robert Plant disfrazado.

Vuestro disco anterior, Devotion, parece un puñado de fotos invernales convertidas en sonidos. ¿El frío os inspira especialmente?

V: El mundo nos inspira, los sonidos nos inspiran, nuestros instrumentos. ..El frío no es tan inspirador. Es un buen momento para estar en casa y escribir mucho.

A: Me gusta la sensación de los aires cálidos.

La devoción está particularmente presente en los adolescentes y ahora cantáis un sueño adolescente. ¿Qué significó la adolescencia para vosotros?

V: Para mí, la adolescencia representó un crecimiento físico y ser más intensa mentalmente. Cambios físicos y hormonales. Es un tiempo obsesivo.

A: Pienso lo mismo.




Norway, por ejemplo,  es esperanzadora como la luz que podemos ver a través de la ventana que mostráis en vuestro myspace pero al mismo tiempo cantáis sobre un peligro del que debéis huir. ¿Pensáis que la vida es peligrosa?

V: La vida es radical y excitante. El peligro puede ser excitante. Norway es imaginativa y llena de fantasía. Siempre huimos de alguna cosa y corremos hacia otra.

A: ¡Muy peligrosa y muy excitante!

Silver soul es una canción muy evocadora con una sorprendente y envolvente guitarra. Como muchas de vuestras canciones, creo que es como estar en un salón de espejos en el que no puedes escapar de tus sentimientos. ¿Qué esperáis que la gente sienta con vuestra música?

V: Me gusta tu interpretación. Espero que la gente sienta como tú, tan intenso y lleno de imaginación.

A: Guau,  eso es tan terrorífico como el infierno. Sólo espero que la gente sienta algo intenso y real.

La intimidad es especialmente importante en vuestra música. ¿Qué tal la experiencia de tocar en directo?

V: Intensidad e intimidad al mismo tiempo es un buen logro. Dar muchos conciertos ha influido definitivamente en la intensidad de nuestra música.

A: Intentamos reencarnar la energía de la canción para llevar su sentimiento al público…Usaremos el escenario cada vez más en los próximos años.

¿Qué imagen os evoca el futuro?

V: Florida.

A: Palmeras rosas y moradas balanceándose mecánicamente al ritmo de una caja que suena como un bombo.

¿Y qué sonido?

V: EL sonido del agua saliendo del jacuzzi hacia la piscina. Ese pequeño momento cuando el agua sobrepasa los bordes.

A: El zumbido del aire.


Recientemente, Victoria ha cantado acompañando al grupo Grizzly Bear en temas como Slow life y Two weeks. Ahora sueñan con relajarse en aires cálidos mientras empiezan a llegarnos las primeras sensaciones de su último Teen dream. A cada paso su música suena un poco más luminosa, como su particular destino sureño. Pero estén donde estén, siempre parece como si allí donde ellos juegan no hubiera estado nadie antes. Ya las primeras notas de Zebra, canción que abre el disco, casi susurradas al oído por la delicada Victoria sobre los acariciantes arpegios a la guitarra de Alex, te envuelven en la sensación de que cada instante es irrecuperable. Una a una, van desgranando suavidad y dureza, alertándonos de la deriva común que jugando con fuegos fatuos convierte nuestras vidas en una pobre mentira. Ellos prefieren la intensidad de dos cuerpos estirados en la arena moviéndose en la eterna oscuridad. Y si puede ser en un jacuzzi, mejor.




Entrevista de Juan Carlos Romero
Fotos cortesía de Beach House