TRAS EL DESPERTAR

Mariel Mariel



La música es buena es el nuevo disco de la cantautora chilena Mariel Villagra bajo el nombre Mariel Mariel. Un sonido más electrónico que en su anterior No me despierten! (Sello Azul, 2007), y profundiza en la creación entre hip hop, electro, house, rock y canción romántica. Su personalidad da muestras de una mayor visión, prescinde de las versiones y defiende unas canciones propias que caminan por la cotidianidad de día y de noche. Se libera de los instrumentos para bailar sobre el escenario, pero sin abandonar la idea de que el instrumento es la base de todo. Mariel tiene claro que la música es para disfrutar, reflexionar, criticar, acariciar…la música es buena.


Tu anterior trabajo se tituló “No me despierten!”. ¿No te gusta la realidad?

No me gusta la rutina ni sentirme presa de un sistema anulador de sueños e ideas creativas. Me aburre cuando todo empieza a parecerse o a guiarse por tendencias visuales superficiales. “No me despierten!” fue mi declaración de rebeldía, de pasión por el riesgo, de embarcarme en un proyecto de arte por sobre el exitismo, en pro del auto conocimiento y de fortalecer mi oficio, esperando que en un tiempo esto pudiera comunicar algo que aporte.

Este álbum abría con “Aconséjame” hablando de la contradicción entre acciones y palabras. ¿Crees que nos falta comunicación?

Siento que a veces nos falta lenguaje. Para entenderse bien hay que comunicar con todos los sentidos. Siempre en las malas relaciones hay palabras y gestos que sobran. Que ganas de siempre poner fin a tiempo a relaciones tóxicas, saber dejar las obsesiones. El cuerpo, la mente y el corazón dan señales rápido, en nuestra inteligencia está como usemos el lenguaje para resolverlo.

El tema “No puedo estar” tiene una sonoridad de ambiente nocturno, de calles oscuras y soledades dolientes. “Sin cariño me enfermo”, cantas. ¿Amar es sufrir?

No, amar para mí es aprender, es crecer, entregando tu vida y tu energía a algo fundamental y profundo como es este sentimiento tan poderoso y tan sensible. Amar es un arte de larga escuela. Hubo una época en que el amor me era doloroso. El de familia, de pareja o conmigo misma, era muy difícil amar, pero es un sentimiento tan grande que elegí lanzarme al vacío por él, conocerlo, sufrirlo, desgarrarme. Me sentí valiente al darlo todo.

“Sé” es más melancólica, como aceptando una derrota. ¿No hay esperanza?

La esperanza la llevamos en nosotros mismos y ha sido uno de mis pilares. Las pérdidas y decepciones vienen de afuera. “Sé” es mi lección de desapego y de intuición. Hay cosas que no funcionan y es mejor decirles adiós. Un día brillamos y al otro nos invade la oscuridad, rotando por este Universo. Prefiero estar consciente de esto que darme un tropezón o caer en depresiones.




Luego todo se torna dulce y seductor en “Quererte bien” con cierto toque bossanova, como también en “La gata”. ¿De dónde te llegan las influencias?

Lo dulce y seductor es Sudamérica, mi lado del mundo. Belleza y melancolía son buenos ingredientes a la hora de la inspiración. Me gusta ser latina y llevar calor en la piel. Tener un poco de todas las razas.

¿Creciste en una familia relacionada con la música?

Sí, mi padre es músico. Mis abuelos paternos son profesores de letras y artes. Cuando era niña viví eso desde muy cerca. Luego mi padre se fue varios años y nos quedamos mi madre, mi hermana y yo. Mi mamá era muy joven y con 2 hijas, vivimos su juventud junto a ella, fue intenso, pero me gusta que haya sido así, la conozco bien. Yo seguí ligándome personalmente con la música, fue creciendo en mi mundo interior. Nunca me impusieron ser artista, ni cumplir metas ni ser mejor que nadie. Desde pequeña me gustaba estudiar y auto disciplinarme, no daba muchos problemas, siempre fui independiente y esperaba con ansias ser mayor de edad, para hacer lo que me diera la gana sin dar explicaciones.

Tu nuevo trabajo se titula “La música es buena”. ¿Cuál es tu implicación es tu implicación en la composición, interpretación y producción de las canciones?

Las canciones las escribí todas, música y letra. La producción estuvo a cargo de Arturo Medina, chileno con años de carrera musical en México y la pre producción la hice junto a Andrés Landon, músico chileno-francés que dirige mi banda desde “No me despierten!”. Procuro estar presente en todas las facetas de mi música. En este disco di mucha libertad al productor y creo que en esta etapa de mi carrera ha sido un aporte.

El tema “Experimento” trata el tema de los miedos, las convenciones sociales y las relaciones personales. ¿Eres temerosa?

No me siento temerosa. A veces me asusto con un trueno o al cruzar la calle, o al dimensionar los contrastes de oportunidades con que juega la ambición de poder en el mundo, pero no vivo con miedo. Dejar la vida en mi país, uno de los rincones más estables y tranquilos de Sudamérica, para venirme a vivir a Ciudad de México, una de las capitales más peligrosas, me aleja del miedo. Estoy dispuesta a construir la vida donde tenga que hacerlo y partir de cero todas las veces necesarias. Experimento es un mensaje para muchos amigos y para gente que he visto llena de talento, pero lejos de alcanzar sus metas, por llenarse de excusas que limitan esos deseos. Por miedo, comodidad o barreras auto impuestas te pierdes de muchas cosas, yo prefiero experimentar.

“Nos llevamos tan bien” cuenta con la colaboración de Natalia Lafourcade. ¿Buscas mucho la colaboración de otros músicos?

Al llegar a México, tuve la fortuna de tener cerca a artistas que admiro y quiero, como Natalia, Leonel García o Juan Manuel Torreblanca. Se podría decir que no fue una búsqueda, fue algo espontáneo. Yo andaba buscando un rumbo de vida en un nuevo país y ellos fueron claras señales de un camino que invita a recorrerlo. Me gusta colaborar, sentir que estamos construyendo una nueva generación de música latina, ejercer al cien por ciento el oficio de músico es lo que más me hace feliz en este momento de vivir en México.

¿Tú eres buena?

Quiero serlo. Tengo un carácter fuerte, soy orgullosa pero no soy tonta, así que me doy cuenta rápido cuando la estoy cagando y pido perdón.

Humildad no muy habitual, así como su perspectiva en la carrera musical, siendo consciente de las dificultades pero firme en la creencia de que la vida creativa es su vida.







Texto de Juan Carlos Romero
Fotos de Simón Pais www.simonpais.com