AMOR DE PATO

Claire Welles



Every duck needs an elephant es el título de una de las canciones que integran el álbum Wife Machine (2010) de Claire Welles. Tan sólo por el título ya contó desde el principio con mi absoluta devoción pero debo decir que ésta se incrementó hasta lo impensable cuando la escuché de cabo a rabo. Y quería más, mucho más, acabando por descubrir un disco fascinante, de aquellos que dejan en el más irremediable ridículo a los apóstoles del no hay nuevo bajo el sol. Wife Machine es toda una expansión de los sentidos.

El disco se abre con Milk teeth con un teclado saltarín y una melodía irresistible mientras expresa I don’t know what is happening to me. Yo en cambio sé que me invade la admiración por esta compositora de Liverpool que hace de cada nota un mundo nuevo repleto de honestidad interior. Rápidamente un rock al más puro estilo Carl Perkins nos impide relajarnos. Se trata de Bicycle Shed  y el cuerpo se pone a bailar hasta que ella nos susurra un Thank you!



Cierta anarquía llega con Lost moments, una maravilla que nos lleva a la mejor psicodelia o a los primeros trabajos de Frank Zappa & The Mothers of Invention. El ritmo y melodías repetitivos al piano acompañan la voz de Claire en un viaje que recuerda momentos perdidos y que acaba perdiéndose en el agujero negro del caos sonoro. Pero llegamos a Christmas lights con un sonido muy alejado de su habitual brillo. Guitarras densas y baterías en eco con momentos a ritmo de vals mientras ella grita I don’t play the game.

Las olas del mar nos susurran que Every duck needs an elephant, una verdad como un templo. La instrumentación minimalista y bizarra es una delicia a modo de viaje acompañando el susurro de Claire entre patos y elefantes desnudando nuestra ridícula cotidianidad. Y el aporreo de las cuerdas de la guitarra nos llevan Walking home en un canto agridulce pues el hogar, dulce hogar no es más que una trampa a veces sin remedio.

Cuando se nos aparece en el paisaje una Alpine cow el sonido es más irónicamente dulce. Sonido acústico que contrasta con temas hablados como Delicate tension tan sólo acompañando su voz con el ruido ambiental de un bar mientras se lamenta de estar en a pretty home place where anyone wants to see my face.


Wife machine es un una pieza instrumental que casi recuerda el ruido de una lavadora dando título a un álbum que demuestra la fuerza creativa de Claire Welles, un espejo donde pocos querrían mirarse por miedo a toda la verdad que contiene. Todo un descubrimiento para sonrisa de mentes abiertas.




Texto de Juan Carlos Romero
Fotos cortesía de Claire Welles