PERFECCIÓN INQUIETANTE

Oleg Dou



Cuando observas el trabajo fotográfico de Oleg Dou te invade una extraña sensación por una perfección artificiosa, forzada, pero que contiene un profundo dolor en su interior. Son seguramente las cicatrices de la vida cotidiana, de los roles sociales, de los moldes difíciles de conseguir. Oleg Dou es un joven artista que plasma su fascinación por los retratos de la pintura clásica y su personal odio a que le tomen fotografías en un trabajo fascinante de retratos que nos enfrentan a cuanto de falso hay en la imagen que damos de nosotros mismos. Con series como Toystory, Tears o Nuns, ha sabido desarrollar un imaginario personal que tiene mucho de todos nosotros. La perfección imperfecta.

¿Somos todos maniquís?

Hay muchas situaciones en nuestra vida en las que no tenemos elección o no sabemos que la tenemos. En este caso puedo responder que “sí” a esta pregunta.

¿Qué significa la realidad para ti?

Es algo que me conecta con otras personas.

Siento una especie de frialdad con la perfección irreal que muestras en tu trabajo lo cual es realmente doloroso e inquietante. ¿Podrías explicarnos algo acerca de tus técnicas de trabajo?

Me siento inspirado por las pinturas muy antiguas donde puedes ver esta perfección y algo extraño al mismo tiempo. Es muy interesante para mí “jugar este juego” con el observador. Siempre hago algo muy atractivo e inquietante en una misma pieza.

Todos tus trabajos son retratos siempre mirando a cámara. ¿Qué buscas en todas estas miradas?

Solía tener miedo de la cámara cuando era niño. Intentaba sonreír, pero el resultado era horrible. Nunca me gustaron mis fotos porque mis ojos siempre mostraban que no estaba feliz. Y en cambio siempre me apasionó buscar este tipo de retratos en todas partes, desde los álbumes familiares a los libros de pintura clásica. Ahora estoy intentando crear cosas así.

Tu serie titulada “Toystory” nos muestra retratos de niños de apariencia albina pero llevando algunos accesorios que actúan de fuerte contraste con el blanco. ¿Ves la infancia como un periodo inquietante?


De alguna manera sí. Siempre odié las fiestas infantiles, los vestidos, los payasos y todo eso.

Tears” es el más conmovedor de tus trabajos debido a los rostros de mujeres llorando pero con una expresión fría. ¿No hay salida a las restricciones sociales?

Yo no sería tan estricto. Pero por supuesto que todos estamos limitados por las normas sociales y los estereotipos.

Paper and paints” es más surrealista pues los rostros aparecen pintados o empapelados. ¿El disfraz es necesario?

Es necesario en algunas situaciones. Por ejemplo, si no estás de buen humor en una fiesta es mejor que no vayas si no vas a mostrarte feliz.
Pero, por supuesto, también es importante ser natural y no pretender ser algo que no eres en la mayoría de las situaciones de la vida.

Nun” parece inspirada en diversas iconografías religiosas. ¿Es así?

Sí, así es. Además debería decir que vi viejas fotografías de monjas del siglo XIX en un museo. Y eso me motivó.

Todas tus series son sobre niños y mujeres. ¿Son las principales víctimas sociales?

Realmente no hago retratos de hombres porque no dan la imagen adecuada. Pero definitivamente estoy de acuerdo contigo.

¿Cuál es tu concepto de libertad?

Vivir mi propia vida.

Entrevista de Juan Carlos Romero
Foto de Oleg Dou