Temas políticos y sociales
Monique Mbeka Phoba,
cineasta, poeta, novelista, periodista, crítica de cine y gestora de proyectos, nacida en Bruselas en 1962, es de la República Democrática del Congo.
Muchas cosas han
evolucionado en términos de tecnología desde nuestra conversación en 1997...
Ha habido mucha evolución en términos de
tecnología y esto ha tenido mucha influencia en la forma en que trabajamos. Por
ejemplo, durante mi último proyecto cinematográfico que coproduje con un equipo
de jóvenes estudiantes de teatro en Kinshasa, hay que decir que nos hemos
beneficiado enormemente del entorno virtual que es una parte tan importante de
nuestro mundo de hoy. Conocí a estos jóvenes que querían hacer cine, y sin
embargo, no existe una escuela de cine en la República Democrática del Congo.
Me ofrecí a ser parte de la producción de una película cuyo tema fue propuesto
por uno de ellos. Por lo tanto, al mismo tiempo que aprendieron a hacer una película
abordaron todos los aspectos de la producción. Chico Kabeya Muya, que hizo la
formación, coprodujo la película conmigo. Hemos trabajado con las pequeñas
cámaras digitales, y no comunicamos a través de Internet y SMS, para que yo
pudiera seguir la producción día a día e intervenir si era necesario.
Este tipo de interactividad virtual, dio lugar a
una película sobre el primer equipo de fútbol africano negro en la Copa del
Mundo de 1974. Chico Kabeya y yo colgamos un vídeo en Internet como previa de
la película y recibimos respuestas de
todo tipo de personas interesadas en una película de este tipo, especialmente
en vísperas de la Copa del Mundo que se celebró en Sudáfrica. Esto demuestra el
importante papel que Internet puede desempeñar en la producción y promoción de
las películas, que no era el caso hace algunos años. Fue el resultado de
mostrar el tráiler mediante la compartición del vídeo en Internet que la gente fue
consciente de la existencia de la película por lo que fue una herramienta de
promoción muy eficaz.
¿Podrías hablarnos de las
mujeres africanas y su imagen en el cine? En tus conversaciones con otras
mujeres africanas cineastas, percibes un imaginario de la mujer africana, una
experiencia a través de los ojos de las mujeres africanas?
Las mujeres son cada vez más visibles en el cine y
creo que tenemos la intención de apoyarnos y mantenernos mutuamente al
corriente de las dificultades. Por ejemplo, inicié el primer encuentro entre
Angèle Brenner Diabang y Osvalde Lewat-Hallade, facilitando su invitación de entrada
en Taiwán, que para ellos fue una experiencia poderosa. Y estos son los dos
nombres más destacados de la nueva generación de la mujer en el cine africano.
Osvalde contribuyó al proyecto de la película de fútbol cuando tuve grandes problemas
financieros, ya que no había obtenido financiación. En cuanto a la
representación de la mujer en la pantalla, se hicieron tres películas
emblemáticas de los últimos diez años: Al'leessi an African actress (2005)
por Rahmatou Keita de Níger, mi película, Anna l’enchantée (2000) y Yandé Codou Sène, la griotte
de Senghor (2009) de Angele Brenner de
Senegal.
A estas tres películas, puedo añadir una de un
hombre, porque creo que la película Mère-Bi de William Mbaye muestra la sensibilidad
femenina de un hombre que desde su infancia vivió lado a lado con la
personalidad excepcional de su madre, Annette Mbaye d'Erneville, la primera
periodista de radio del África oeste, película que llevó con él durante años.
Hay películas de las mujeres acerca de las mujeres, tales como L'art d'une
prêtresse sobre Werewere Gusto por Sandra
Boukhani, pero también sobre las mujeres en contextos políticos, como Jihan
El tarhi: L'Afrique en morceaux, sobre
los conflictos en la región de los Grandes Lagos, Cuba, une odyssée
africaine, sobre el Che en el Congo, Behind
the rainbow (Le Pouvoir détruit-il le rêve?),
acerca de la rivalidad histórica entre Thabo Mbeki y Jacob Zuma en el centro de
la ANC; Osvalde Lewat: Un amour pendant la guerre y Une affaire de nègres; Anne-Laure
Folly Reimann: Les oubliées, Femmes aux yeux ouverts y Femmes de Niger; Nadia el
Fani: Ouled Lenine, que significa “los
niños de Lenin”, una película que evoca el compromiso político de su padre, que
era un comunista. O mis propias películas con temas políticos: Revue en
vrac, acerca de la nueva libertad de
expresión en el Congo después del fin del sistema de partido único en el
ex-Zaire a principios de la década de 1990. Y mi película Deux petits tours
et puis s'en vont ..., que trata de la
elección presidencial de 1996 en Benin, donde el ex dictador Kerekou, que había
sido expulsado en 1991, vuelve al poder democráticamente. Estas películas
muestran que las mujeres han invertido considerablemente en la esfera política
y son respetadas. Pero hay que reconocer esa mirada específicamente femenina en
cuestiones políticas. Perspectivas que atraviesan la familia, la intimidad de sufrimiento,
y muestran la auto-reflexión. ¿Las mujeres africanas cineastas hablan entre sí?
En mi opinión, no suficiente. Este movimiento
debe recuperarse de años de estar en un estado vegetativo, y en este ámbito,
las mujeres no son una excepción. Sin embargo, me he dado cuenta de que entre
las mujeres es más fácil criticar nuestras respectivas películas.
Algunas reflexiones sobre
el cine africano en términos de lenguaje y comunicación...
Hay dos realidades que nos obligan a ser más
receptivos a tener que hablar inglés; el auge del poderoso Nollywood de Nigeria
y la industria audiovisual en Sudáfrica. Muchos congoleños se introducen en el
cine a través de Sudáfrica, donde hay una gran comunidad congoleña. Ya hay dos
directores que se han asentado en Sudáfrica, Makela Pululu y Sandra Boukhany. Y
mientras ellos son de habla francesa, el inglés es su idioma cotidiano. Claude
Haffner, de origen congoleño, trabaja como asistente en producciones
cinematográficas. Otro congoleño Petna Ndaliko vive en el este de Congo y está
en constante relación con Uganda. A medida que las industrias cinematográficas
y audiovisuales en África caminan hacia la profesionalización, el uso del
inglés se está convirtiendo en algo cada vez más necesario.
Tu evolución en el cine
desde tu debut al presente…
He hecho nueve documentales, cuatro en Benín,
cuatro en Congo y uno en Francia. Me he ocupado sobre todo de temas políticos y
sociales. Creo que las películas por las que se me conoce mejor son: Anna l'echantée,
sobre un cantante joven que vive en una familia polígama. Sorcière la vie!, sobre la mezcla de creencias en
Congo-Kinshasa, y la última película, Entre la coupe et l'elección, sobre el primer equipo africano negro en
llegar a la Copa del Mundo, en 1974. Recientemente, volví a escuela, donde
terminé una Máster en guión y estoy en medio de la escritura de dos proyectos de
ficción para un largo y un cortometraje. Además de estos proyectos, publiqué un
libro de poemas llamado "Yémadja" y estoy preparando una colección de historias cortas. Estoy segura de
que voy a escribir más y más con el tiempo, ¿por qué no novelas y ensayos, también?
Y me encantaría llegar a ser profesora de cine.
Disfruté de tu película Anna realizada en Benín, podrías hablar
de la conceptualización de la película y su producción.
Conocí a Anna en un club
de jazz en Cotonou y me quedé muy impresionada por su voz. Poco después, fui
contactada por un productor francés que estaba buscando un director en Benín
para una serie llamada "Girls Around the World", cuyo objetivo era
centrarse en niñas de diecisiete años de edad, de los cuatro rincones del
mundo, y cada película sería dirigida en el país respectivo. Uno de los
criterios fue que los directores tuvieran experiencia en la coproducción internacional.
Al vivir en Benín, fui elegida. Se me pidió que pensara en una chica de
diecisiete años de edad que pudiera simbolizar el contexto psicológico y
emocional de una niña africana en vísperas del año 2000, recordé la joven
cantante Anna, muy contenta de tener los medios para hacer una película acerca
de ella. Pero, cambié mi escenario. Si no hubiera sido parte de las "Girls
Around the World", la serie, igualmente hubiera hecho una película
específicamente sobre ella como cantante.
Pero las condiciones del
proyecto eran mostrar el entorno en el que vivía. Yo era completamente
inconsciente de que Anna vivía en una familia polígama. Esta película me dio la
oportunidad de entrar muy íntimamente en esta familia, tan tradicionales como
modernos, y un muy buen ejemplo de todas las contradicciones del África
contemporánea. Supe de inmediato que debía tener al padre como aliado. Este
caballero se sintió respetado por mí. Yo también soy de una familia polígama,
aunque todas las mujeres no vivían juntas. Somos trece niños de cuatro esposas
y toda mi vida he tenido que gestionar estos aspectos de nuestra familia. He
tratado de amar a mis hermanos y apoyarlos sin importar quién es su madre. Creo
que mi padre se ha asegurado de todo fuera bien entre nosotros. Debe de haber
ayudado a que me sintiera muy cómoda en esta familia y a que ellos se sintieran
cómodos conmigo.
Una entrevista de Beti Ellerson. © Beti Ellerson
Originalmente publicada el 13 de diciembre de 2009
Traducción del inglés al español por Juan Carlos Romero
Monique Mbeka Phoba website www.facebook.com/monique.phoba
Imagen cortesía de Centre for the Study and Research of African Women in Cinema | Centre pour l'étude et la recherche des femmes africaines dans le cinéma. AFWC
AFWC website www.africanwomenincinema.org
Vídeo cortesía de Cinergie Belgium
Film Entre la coupe et l'élection de Monique Mbeka Phoba
Edición en NAU NUA | ART MAGAZINE por Juan Carlos Romero
Todos los derechos reservados
Vídeo cortesía de Cinergie Belgium
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