LOU BAYONAS

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La luna en Piscis



© photolocky





De vez en cuando la vida...cantaba Joan Manuel Serrat y uno no puede pensar más que Lou Bayonas es la vida misma en la que pensaba el noi del Poble Sec. Porque Lou Bayonas es vida en volandas que saca luces hasta de las sombras y nos las da para que nos veamos retratados con un humor cercano y elegante, lleno de sensibilidad y determinación, llamando las cosas por su nombre o creándoles uno nuevo sin duda mucho más certero, que la autoindulgencia es el paraíso de los bárbaros y muchos, siempre demasiados, van con el ordeno y mando. Lou, con bombín y lechuguilla, tiene la belleza de la melancolía de Pierrot, pero no se conforma con admirar la luna en la distancia, sino que coge los gajos de la vida y les da sentido con cada uno de sus versos. Es, como se dice, lo que no hay, un verso suelto sin necesidad de más rima que ella misma. Poeta, filóloga, profesora, música, humorista...Lou Bayonas demuestra una creatividad natural que critica y reconcilia al mismo tiempo.
 
¿De qué te ríes?

Pues sinceramente, de mi sombra. Me río de todo, porque tengo la sensación de que esto de estar vivos es una bromita cósmica. Y ya que estamos aquí, lo mejor será pasarlo bien. Me río de lo feo, también, de las cosas de las que uno "no debería reírse". Y no lo hago como medio de reivindicar nada. Lo hago por necesidad. Porque la tensión necesita ser aliviada y el cerebro agradece oxígeno en momentos de estrés. Y la risa oxigena. Sería el equivalente a orgasmitos mentales. De todo. Procuro reírme de todo. Aunque a veces cueste. De hecho, cuando cuesta, no es el tema en sí, quizá, sino el momento, muchas veces. Lo de la masa por la velocidad al cuadrado y tal. Cuánticamente, en otro plano, cuando lloro en este, o me enfado, o sufro y no me sale el chiste, me estoy riendo también de eso seguro. En otro espacio tiempo. Y sé que lo que duele, da pa chistes. Eso calma.

¿Crees que vivimos tiempos especialmente tensos?

Cualquiera que dijera que no estaría sufriendo de alienación fuerte, ¿no? Sí, creo que estamos viviendo tiempos tensos. Cada cual a su modo, con más o menos recursos. Y creo que es solamente el inicio de una época de más tensión en la que vamos a ser muy presionados desde arriba, muy manipulados y muy puestos contra las cuerdas. Pero eso es más como bruja que como cómica. Vamos...como bruja o como "observatriz", que tampoco hay que echar las cartas para verlo.
 

Y la corrección política, ¿qué papel juega en todo esto? En la tensión, digo.

No sé qué es la corrección política.

Como espectador, fácilmente pensaremos que eres "incorrecta"... ¿es algo inconsciente o una incorrección militante?

¡Uy! ¿Cómo que "incorrecta"? La incorrección nunca se viste de honestidad y de humor. Otra cuestión es que eso pueda chocar con los valores morales de cada cual. Pero yo no soy filósofa, ni pedagoga. Soy payaso y la risa cura. Y como decía mi madre, y la tuya...si pica, cura.

Bueno, la mía dice "si te pica, te rascas..."

Jaja, también.

Hoy en cambio, cuando pica, te demandan o te "lapidan virtualmente".

Cada cual que se gestione sus picores y sus emociones. Al fin y al cabo, sólo podría ser, en todo caso, un espejo. Y lo dicho, en forma de gag, no hay que tomarse nada al pie de la letra. Todo lo que ocurra en un escenario es ficción. Por más que se pueda asemejar a la realidad. Todo lo narrado es ficción. Absolutamente todo lo narrado.

Payasa, bruja, "observatriz", cómica...y, además, filóloga, profesora, poeta... ¿quién es Lourdes Bayonas?

Pues esta que viste y calza, pa servirle a Dios y a usted. Yo me defino como "palabrista". Es lo que tienen todas esas cosas en común: la palabra. Y la palabra, el verbo, es tan poderoso que puede crear mundos, destruirlos o cambiarlos. Puede llevarte a la luna o bajarte al infierno, puede erizarte la piel o quemártela. Todo es palabra. Y yo la amo.

Como amante de la palabra, ahora pienso en el título de tu poemario que contiene la ensoñación, el verso y la carne viva. Viendo tus espectáculos, son conceptos que siempre están muy presentes. 
 
Porque soy escorpio

Ah, claro, eso lo explica todo.

Con la luna en Piscis, flipa. Más claro no te puedo responder.

¿Y cómo lleva la carne viva lo de la luna en Piscis?

A ver...lo de la ensoñación me puede. Debo de tener cansancio acumulado o algo, pero sí. El libro es “Oniria”, mi open es InSomnia Nights...algo hay ahí. Me gusta el mundo de los sueños porque en él, todo es posible. Me gustan los versos porque son música y emoción, y creo que nos llevan hacia adentro de nosotros mismos, y es un lugar al que muchos no tienen acceso, otros lo han olvidado y algunos nos sentimos cómodos. Creo que el alma necesita cuidados. Y la carne viva es porque la piel es la primera capa que nos protege del mundo y nos separa de él, a la vez. Es conexión, puerta y barrera. Y en carne viva, metafóricamente, que si no, duele demasiado y se infecta y cosas, en carne viva representa la pasión y la permeabilidad.

Si todos somos partes de lo mismo, cuanto más permeables seamos, y más maleables, sin olvidar nuestra esencia individual, mejor. La maleabilidad es una de las mayores virtudes a las que puede aspirar una persona, opino. Doblarse a uno mismo.


¿Por qué?

Porque la rigidez es estúpida. No hay cambio sin maleabilidad, y todo es cambio. Toda evolución es necesariamente un cambio. ¿Cómo podríamos pretender evolucionar desde la rigidez? Es físicamente imposible. Hay que ser maleable para crecer. Y hay que dejarse impregnar para aprender. Y equivocarse y retomar y tropezar y seguir avanzando. Y no darse tanta importancia a uno mismo, ni auto etiquetarse y creer eso que nos contamos de "yo soy".

Pero también hay un riesgo en la maleabilidad.

¿Perderte?

Al ser maleables, lo somos también para los demás, y nos puede la necesidad de ser aceptados.

Pero aquí cada cual es responsable de sí mismo, de trabajarse, de leer, de leerse y de cuidarse.


¿Y Lourdes se ha perdido mucho?

¡Buah! Infinito. ¡Lourdes se casó! Jajaja. Me perdí muchísimo a mí misma. Me dejé de querer, me dejé de respetar, dejé que me robasen la libertad. Me perdí y de repente, un día, abrí los ojos y no me reconocí. Y no quería mirar al abismo en mi interior porque me daba pánico. Y adelgacé muchísimo. Y me quedé sola, y no me conocía ni me tenía a mí misma. Y tras esa muerte, renací y empecé a ser quién soy ahora. Planté la semilla de la mujer que soy ahora. Sin saberlo. La planté inconsciente de que la plantaba. Pero con el instinto de supervivencia multiplicado por tres debido a la maternidad. Mis niñas me dieron fuerza. Son mis mejores personas. 
 
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¿Padecemos de una pobre educación emocional?

Nula, más bien. Y quien se educa, suele ser autodidacta.


La comedia, la poesía, la música, ¿son tus vías de encuentro personal y cuestionamiento, terapéuticas?

Son mis vías de expresión. Si no me expresase, yo creo que implosionaría. La poesía hace la función catártica de sublimar lo que siento. Esa me es necesaria, y no puedo forzarla. La comedia es un trabajo más laborioso, y es al ponerla sobre el escenario cuando surte efecto. El placer lo da después, cuando la compartes. Son distintas, en ese sentido. La poesía me sanaría igual si no hubiera oyente, la comedia, no. Y supongo que hay parte de narcisismo o algo así en eso de que te guste ser el centro de atención y que te quieran. Al fin y al cabo...algo ahí tiene que haber. Quizá porque trabajan con distintas emociones y la risa, en soledad, pinta a psicopatología. La risa es más una energía compartida.

¿La soledad para ti qué representa?

Creo que la soledad es muy probablemente el estado natural del individuo. A pesar de que seamos sociales. Y creo que también es algo que deberíamos aprender a practicar. La soledad como refugio del individuo completo que no necesita que nadie llene huecos de amor que no se da a sí mismo. Y entonces, desde esa soledad inherente y relajada, el juego social y relacional puede ser escogido y sano.


Hemos hablado de la poesía, pero también trabajas la narrativa. ¿Cómo te ves en ambos procesos creativos? Porque son muy diferentes, entiendo...y ambos solitarios.

Sí...no me da la vida para la narrativa. La tengo muy dejada. Porque requiere de tiempo. Y lo invierto en todas las otras cosas. Ya volveré...

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Háblame de Co-Lírika.

Co-Lírika es un brebaje de mis varias facetas. Un cóctel caleidoscópico de lo que hasta ahora he aprendido a hacer. Es un recital de poesía, y es un show de standup y es un concierto de alguien que no es música. Es mi primer proyecto exclusivamente para teatros, y creo que va a tener mucha vida porque es distinto, es bello, es elegante y es divertido.

Dices que la vida no te da para la narrativa, pero ¿qué nos dará Lourdes Bayonas además de Co-Lírika?

No puedo saber lo que voy a dar además de Co-Lírika porque de momento estoy en el aquí y el ahora y el aquí y el ahora es Co-Lírika. Después, pues a caminar el camino que venga, en plan Machado: “No hay camino, se hace camino al andar”. No voy a prever lo que haré o lo que ocurrirá, pero sí sé que haré lo que me apasione, lo que me vaya permitiendo y lo que me guste más. Lo que encante.

¿Cómo te sientes al ver que la comedia está tan dominada por los hombres?

Yo no creo que el problema sean los hombres, sino el patriarcado, anclado tanto en hombres como en mujeres, en un porcentaje de la sociedad. Y tampoco creo que sea un problema, si lo fuese, de la comedia como algo aislado. Creo que es una construcción social que se encuentra en todos los estratos. Y en el inconsciente colectivo, ejemplificada en el lenguaje, en la imaginaria, en los arquetipos. El doctor y la enfermera, el abogado y la secretaria...son cosas que hay que ir cambiando, que se están cambiando y que van mejorando, aunque haya resistencias. Cuando un vaso está sucio hay que echarle agua limpia, pero el proceso es turbio al principio, siempre, antes de que se aclare el agua. Y llevamos siglos y siglos de sociedad patriarcal que hay que limpiar, y estamos solamente en el principio. Es algo lento y un proceso agotador a veces, pero no aislado en la comedia. Creo también que los cupos de mujeres en escenarios son un arma de doble filo. Que se nos trata como a un sector minoritario siendo la mitad de la población, pero que seamos la mitad de la población no significa que seamos la mitad de gente interesada en hacer comedia. Como eso de "la comedia femenina"...yo sigo sin saber lo que es. Igual que no sé lo que es la literatura femenina, por ejemplo. Creo que el talento está más allá de los roles de género. Y puede que sea cierto que escalar posiciones sea más costoso para las mujeres, pero no ha sido mi caso. Si soy justa con mis circunstancias, no he sufrido discriminación en la comedia por ser mujer.

¿Existe realmente un cupo de mujeres en los escenarios?

Se reclama un cupo de mujeres en todos los sectores de la sociedad en los que no lo hay. Y es necesario. Y hay muchísimas cómicas muy divertidas. Y quizá no se visibilicen tanto como debería. Pero en realidad, no soy yo estandarte de reivindicaciones a lo grande. Yo soy más de trabajo minucioso y pequeñito, del día a día y de ganar espacios con la risa. Y feliz con tener espacio en escenarios, gracias a compañeros de todos los géneros. Quizá el género esté sobrevalorado, al fin y al cabo. Quizá no se divida todo en hombres o mujeres, sino que todas las personas debamos luchar juntos contra el monstruo del patriarcado. Y sea todo más simple. O quizá el tema sea demasiado profundo y me falte información o reflexión.

¿Qué funciona mejor en comedia, la simpatía hacia lo convencional o el poner un espejo crítico al espectador? Es decir, ¿reírse de lo corriente pero sin cuestionarlo, o directamente cuestionar lo cotidiano? Como dicen, un humor "blanco", que no hiera.

A cada cual lo suyo. Lo que mola de la comedia es que no es algo limitado y acotado. Hay humor para todos los gustos y de todos los colores. Y a cada cual le funcionará más una cosa que otra y resonará con un público u otro. Incluso en distintos momentos, distintos tipos de humor. El humor es libre.


¿Somos libres?

Ni de pensamiento. Pero es el camino a seguir. Al menos, ser conscientes de que no lo somos. Y quizá ni siquiera estemos preparados para serlo. Pero ser conscientes es un gran paso. Al menos, para empezar a cuestionarse los propios patrones mentales, los prejuicios, su origen, y la imagen de nuestro "yo" que nos hemos convencido de que somos. Ser conscientes de que somos una mezcla de mil cosas y de que además somos cambio constante da vértigo al principio, pero es un juego interesantísimo de autoconocimiento constante, al final.

Por cierto, las túnicas para mi secta las podéis encontrar en el enlace que os he enviado al mail.


¿De las que acaban con suicidio colectivo?  

Yo prefiero que la gente no se suicide. Y que no esté triste. Ojalá no hubiera tanta gente triste.
 
 
Una entrevista de Juan Carlos Romero
Fotografías de © photolocky
Para más información sobre Lou Bayonas www.instagram.com/lou_bayonas
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